martes, 13 de mayo de 2008

*Cartera de la Vampirella Mara* $56

Cuenta la leyenda que un vampiro Alp se metió en sus sueños…
Cada noche ella era una doncella de otros tiempos a punto de perder la virginidad, otra vez.
Se llamaba Luz, pero él prefería llamarla Mara.
....................
Esta vez, ella no dejo que él entrara en sus sueños, quiso que fuera real.
Los sueños son sólo un camino hacia el deseo.

*-¿Se te ofrece algo?*, aquella vocecita lo había embrujado.
Mara aguardaba en un rincón. Morena, exquisita. La astucia refulgiendo en sus ojos. Se le acercó con cautela felina, sintiendo el olor del Alp en la atmósfera.

*-Créeme que nada he visto más hermoso que tu rostro, que nada es más grato que esa expresión de labios entreabiertos. Me dejarás probarlos, sé que lo deseas.*

La lengua en busca de la sal, de una gota de carne. El goce en busca del deseo. La vida en busca de la muerte. La muerte en busca del placer.
Los colmillos retráctiles del Alp habían saltado como dos estacas de marfil. Surgió la bestia contenida en él y su afilada dentadura encontró el cuello de ella, desgarrando la piel, llenando su boca de sangre.
....................
Se levantó tomando el cuerpo de ella entre sus brazos. La tendió en la cama y miró su figura entre penumbras. Su vestido rasgado. El cabello revuelto. La piel más pálida que nunca. La boca entreabierta y sus ojos ya no miraban. La respiración de una diosa dormida. El cuello con tatuajes incoherentes, hilos de sangre, hebras de fluidos rojos, jeroglíficos que relataban el instante de una vida.
....................
Ella sabía que el Alp era inmortal. El en cambio no sabía que ella también lo era.

*-¿Qué me hiciste por dios? ¿Por qué no eres ese ángel al que visitaba en sus sueños? has cambiado? o me has engañado? Has arrancado la cruz de tu cuello. Tu sonrisa ya no es inmaculada. La pureza de tu alma esta condenada y me has dejado beber de ella. Ahora mi condena no tiene retorno…*

*-Maldita sea tu sangre y maldita mi especie!!*

El Alp lloraba.
....................
Y ella se levantó. Tomó su cartera y esa pose de él con los brazos caídos. Se irguió, se mostró mujer y perfecta; opuesta a todo lo que era él. Cristo distorsionado. El cabello largo y desalineado, negro. La actitud melancólica felina. Mirada depredadora; hurgando en los ojos, buscando la miel roja de algún joven hermoso, puro, inocente y noble… como algún día ella lo fue…

(Cartera rococo rosada, forrada por fuera en crepe negro. Cadena en color negro y aplique de una rosa en negro y violeta.)

Diseñadora: Mina Vilanova
Photo: Lux Noir
Model: Sol